A lo largo del desarrollo de la vida en la sociedad en la cultura de Chile ha permeado una cultura sexista en el cual existe la discriminación y las oportunidades se presentan con una valoración del sexo de la persona, segregando a la población y dividiéndola en dos sectores públicos, entendiendo desde una perspectiva social como todo ámbito que es publico para la sociedad, como el político, económico, social y el privado, lo que ocurre en la privacidad de las personas como el hogar, colocando al hombre como un proveedor, el cual se ubica en el sector publico y a la mujer como cuidadora en lo privado, dejando un marco de elección casi nulo según el sistema normativo que permea en la sociedad. En la ultima década esta visión de desigualdad de genero ha disminuido, ahora es mas frecuente encontrar a la mujer en el ámbito publico pese a esto, encontramos que ahora desempeña dobles jornadas al estar con una jornada laboral en el ámbito publico y hacerse cargo del trabajo domestico en el ámbito privado, reproduciendo una cultura sexista en cuanto a la desigualdad de oportunidades como resultado de una situación valorica en la sociedad.
